lunes, 11 de enero de 2010

Romance de aquel hijo

Me sente a la pc con ganas de dejarles lo que me está pasando, y no pude escribir una palabra porque no se como describirlo, es todo tan hermoso y tan triste a la vez que da miedo, comoo estaba escuchando musica, salio justo este tema que me gusta mucho, y yo creo que tal vez algún día a cualquiera le podria llegar a pasar. Quiero decirles tambien a todas las personas que me leen en el facebook y me dijeron que les gustaría escribir lo que suelo escribir, que ojalá nunca puedan escribir algo así, porque no sale de un estado de extasis inspirador, sino que lo que mayormente escribo nace solo del dolor, de vivir sufriendo el miedo y el dolor en las ultimas filas humanas, pero señores, aca estoy, en mi puesto, el que tenga oidos que oiga, el que necesite una explicacion no se la merece si aun no entendió.


Hubiera podido ser hermoso como un jacinto con tus ojos y tu boca y tu piel color de trigo, pero con un corazón grande y loco como el mío.
Hubiera podido ir, las tardes de los domingos, de mi mano y de la tuya, con su traje de marino, luciendo un ancla en el brazo y en la gorra un nombre antiguo.
Hubiera salido a ti en lo dulce y en lo vivo, en lo abierto de la risa y en lo claro del instinto, y a mí... tal vez que saliera en lo triste y en lo lírico, y en esta torpe manera de verlo todo distinto.
¡Ay, qué cuarto con juguetes, amor, hubiera tenido!
Tres caballos, dos espadas, un carro verde de pino, un tren con cuatro estaciones, un barco, un pájaro, un nido, y cien soldados de plomo, de plata y oro vestidos. ¿Te acuerdas de aquella tarde, bajo el verde de los pinos, que me dijiste: —¡Qué gloria cuando tengamos un hijo! ?
Y temblaba tu cintura como un palomo cautivo, y nueve lunas de sombra brillaban en tu delirio. Yo te escuchaba, distante, entre mis versos perdido, pero sentí por la espalda correr un escalofrío...
Y repetí como un eco: «¡Cuando tengamos un hijo!...» Tú, entre sueños, ya cantabas nanas de sierra y tomillo, e ibas lavando pañales por las orillas de un río.
Yo, arquitecto de ilusiones levantaba un equilibrio una torre de esperanzas con un balcón de suspiros.
¡Ay, qué gloria, amor, qué gloria cuando tengamos un hijo! En tu cómoda de cedro nuestro ajuar se quedó frío, entre azucena y manzana, entre romero y membrillo.
¡Qué pálidos los encajes, qué sin gracia los vestidos, qué sin olor los pañuelos y qué sin sangre el cariño! Tu velo blanco de novia,
por tu olvido y por mi olvido.
Tú te has casado con otro, yo con otra hice lo mismo; juramentos y palabras están secos y marchitos en un antiguo almanaque sin sábados ni domingos.
Ahora bajas al paseo, rodeada de tus hijos, dando el brazo a... la levita que se pone tu marido. Nos saludamos de lejos, como dos desconocidos; tu marido sube y baja la chistera; yo me inclino.
Pero yo no me doy cuenta de que hemos envejecido, porque te sigo queriendo igual o más que al principio. Y te veo como entonces, con tu cintura de lirio, y aquella voz que decía:
«¡Cuando tengamos un hijo!...»
Y en esas tardes de lluvia, cuando mueves los bolillos, y yo paso por tu calle con mi pena y con mi libro dices, temblando, entre dientes, arropada en los visillos: «¡Ay, si yo con ese hombre hubiera tenido un hijo!...»

5 comentarios:

  1. Es tuyo el poema? Es realmente precioso. Tienes razón: la poesía casi nunca surge de la alegría, a menos q sea una alegría pasional, descomunal, algo q te descoyunte por dentro, y de ésas suele haber pocas. Es el dolor lo q se transforma en poema, la soledad, el desengaño, la nostalgia.
    Un besico.

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  2. Mi querida Sara, doy gracias a el ser mas alto de que no haya sido yo quien escribio tanta tristesa, el poema de Rafael De León y esta musicalizado por Mario Alvarez Quiroga, y según entiendo es mi historia en 25 años mas, solo que ella jamás estuvo conmigo, y eso es bueno tambien, porque uno le desea lo mejor al ser amado, siempre, gracias por estar aca conmigo. Leo.

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  3. emm...en si no se que comentar, porque comentar como comentan tantos en mi blog sería lo mismo que sacarme un 10 en mtematica y un 9 en gestion :S
    la verdad de lo que pienso, es que las ilusiones nunca se deben perder, y tener fe que las ilusiones del pasad son los seuños del presente, y lo mejor es que pueden convertiirse en realidad mañana...

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  4. Esta bueno de vez en cuando quedarse sin palabras, es que a veces puede ser difícil expresar lo que nos pasa, en esos casos es conveniente limitarnos a vivir, ya va a llegar el momento de escribirlo.... Me gusta el poema de Rafael de León, porque con el paso de los años parece inevitable terminar fantaseando con lo que pudo haber sido y no fue. Es que un hijo es la síntesis superadora de dos personas, es el amor en su máxima expresión creadora.
    Besos

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  5. Creo como Muma: a veces no se puede decir porque, para decir, sería necesario dejar pasar un poco de tiempo, y mirar para atrás, claro que, siempre, teniendo en cuenta que los recuerdos son hábiles creadores de fantasía. De todos modos, soñar con una historia de amor, aunque se trate de una que le cabe la palabra fracaso, es -según creo- el sueño con más sentido en esta vida. Un beso!

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