Estoy esperando a que llegue el día en que podas sentarnos a escuchar, vos a mi y yo a vos, te garantizo que yo estoy mas dispuesto a escuchar que a hablar, porqué? Preguntarás, es simple me gusta oírte, me fascina el color de tu voz, tu tono es de acá y de allá, porque te hace ver inalcanzable, y bien sabes que me gusta que me hagan esperar, y además porque yo no tengo mucho que decir, ya lo dije todo, pero vos? Siempre me dejaste escuchándote decir nada, balbuceando un llanto que nunca me explicó que te pasaba, nunca te atreviste a decirme quien era yo, nunca me quisiste a tu lado pero te molestaba si me querían alejar. Ya sé que tus miradas no significaban nada, que era yo el que las malinterpretaba, se también que tus palabras de cariño o tus bromas eran las mismas que les haces a tus compañeros de curso, pero en mi sonaban distintas solo porque yo quería, supiste que yo te amaba antes que te lo diga, o al menos lo sospechabas, y es lógico tenias miedo, eras una niña de 14 recién cumplidos y yo tenía mis 25 que iban muriendo, te entendía cuando te alejaste. Ya va 1 año y medio prácticamente de los cartelitos amarillos y casi medio año de mi carta formal, un poco menos del anotador que me regalaste y una sola respuesta la de 1 año y medio atrás, y aunque imagino que me dirías ahora me gustaría escuchártelo decir, para deleitarme con el tono y el color de tu voz. Imagino que así sería:

“Querido amigo, usted ya es un hombre de 27 años quien ha vivido mucho de todo lo que le correspondió, yo apenas veo los albores de una mujer con mis escasos 15 años y aun sé que tengo mucho por vivir no quiero detenerme a pensar en cosas que no me corresponden…”

Si su respuesta es esa entonces lo entiendo perfectamente, pero solo si es esa, si a caso lo que la priva es el miedo, sepa que yo tengo mucho más que perder, tengo a mi familia de vida en medio de todo.

Como en mi carta le escribí, quiero decirle que la amo, la amo, la amo, si sus sentimientos son iguales a los de hace un año y medio atrás hágamelo saber y le doy mi palabra que nunca mas la vuelvo a molestar con las cosas de mi amor, y si hay alguna duda en todo esto que no le permite decir ni si ni no consúlteme como amigo mas que como quien la ama, ante todo busco su felicidad. Suyo siempre.

Leo.