martes, 27 de julio de 2010

Que me encuentre el amor

Cuando conocí el amor tenia 17, 21 y 25 años, en ese orden, a los 17 no dí la noticia a nadie, solo repartí periódicos al domicilio de mi cabeza, perturbada por la separación de mis viejos, la cual aun no asumía.
Se llamaba Alfonsina, era una persona poco encantadora, para nada inteligente, con carácter dominante, fría, y sinceramente no se que es lo que me atrajo de ella, supongo que fue su distancia, me gustaban las mujeres que me enfrentaban. El sentimiento era nuevo en ese entonces, lo llamé amor, pero años después supuse que no, justo el día que me di cuenta que el amor se construye en pareja y con amor verdadero entre ambos, así que entonces conocí al amor 3 veces, pero solo estaba enamorado, nunca construí el amor, mucho menos hice el amor. A mis 17 estaba ciego por la inteligencia malsana de una joven que lo único que hacia era repetir lo que los libros dictaban, pero que nunca se planteó una idea propia, el tiempo me mostró que solo era mi corazón que se entrenaba para el futuro, pero mas que el corazón fueron mis ojos, supongo que la primera impresión que tuve de Alfonsina fue visual.
Mis 21 años me encontraron en una ideología que busque por la necesidad que tenia de sentirme querido, años antes conocí a Carla, una excelente persona, a la que solo le toque una vez la mejilla para quitarle un circulito de papel de los que conforman el centro de los ojalillos, nunca le dije por voluntad que la sentía de manera especial, ella me obligó a hacerlo una noche frente a su casa, luego el tiempo se porto raudo y me encontré con una realidad muy bonita, Carla era (y aun es) la novia de un amigo que la vida me regalara en esos años, forman una pareja estupenda. En esos años fue un duro golpe, pero lo supe llevar bien, tal vez me aleje un poco, pero era necesario darles su espacio, aun los veo de vez en vez. Ese mismo, definí que esto tampoco era amor, no solo porque no se realizaba en pareja, sino porque aunque me costó asumirlo creo que ni siquiera estuve enamorado, solo que cabe destacarlo como tal caso porque fueron unos buenos años. Ese mismo año, a mis 21 ciclos de vida tuve mi primer relación sexual (de forma genital) con una mujer que nunca pensé que se iba a cruzar en mi vida, nunca la amé ni siquiera la quise, y nunca mas volví a encontrarme con ella en una cama, aun nos saludamos cuando nos vemos, meses después conocí a Estefania, ya tenia historias de calidos movimientos entre dos personas, pero era tan nueva como yo, ella tenia apenas 16 años, llegue a quererla pero nunca estuve enamorado de ella, ella creo que si de mi, de todas formas nunca construimos el amor, ni lo hicimos, solo tuvimos sexo en reiteradas ocasiones.
Luego vinieron años vacíos de sentimientos puros, algún que otro llamado de atención para con algunas señoritas, pares o señoras que podrían ser mis madres. En esos años mas precisamente a mis 22 vi una foto de una nenita encantadora, no sabia quien era, pero tenia una carita de trotamundos que me dejó, sin que yo sepa, una marca de aceite en el papel de mi alma, de ahí en mas así como sin querer la vida me dejó conocer a su mamá y luego a esa nena encantadora, todo comenzó con el típico juego de “ya va a crecer”. Y creció, no se cuando, no se como, y un 18 de abril de 2009, mientras compartía cama con una mujer, la mancha de aceite de 3 años salio a flote. Vinieron tiempos de confusión y desesperación. Como podía ser que con 25 años vea algo en una adolescente de 14 años, como podía ser que me interese en alguien que aun no conocía. Tenia que investigar que tan verdadero era, así que comencé a conocerla con la única intención de saber como era y ver era lo que a mi me pasaba, mis compañeras de historia me reclamaban atención y dejé de dárselas por una chica de 14 años, (cosa que mas de una de mi personas para encuentros casuales no entendieron y se alejaron, un gran favor para mi) nunca le toque la mejilla para quitarle nada, era distinta a Carla y a Alfonsina, era un nombre nuevo, (llamémosla ficticiamente) Shinshirat, con una frescura única, fue a la primer mujer que le dije mi amor, no con el clásico te amo, fue un “¿querés ser la compañera de mis días?” no quiso, supuse que entendió rápidamente que era algo que yo elegía, pero mucho tiempo después me entendió, una gran calidad de persona, con los mismos errores que tuve yo y que ustedes tuvieron, una mas entre todas las mujeres, pero con ese ingrediente que la hace única, no construyo el amor con ella, solo estoy enamorado. No voy a molestarla otra vez con mi historia de caminar juntos, (jajaja muy cursi, pero me gusta mi estilo) tampoco le voy a decir “Te amo” solo voy a sentarme en mi casa y a dejar mi puerta abierta, ya no voy a salir a buscar o encontrar enamoramientos, solo que pasen quienes estén interesadas. Buenas noches.